jueves, 13 de diciembre de 2012

El trastorno reactivo del apego (RAD)


Una de las consecuencias de carecer de un vínculo normal afectivo durante la infancia es el trastorno reactivo del apego (RAD). 

El RAD surge aproximadamente a los 5 años de edad y su característica esencial es que la capacidad para relacionarse socialmente con los compañeros y los adultos está marcadamente distorsionada e inadecuadamente desarrollada en la mayoría de contextos.

Existen dos tipos de RAD:

  1. El RAD inhibido: es la falta persistente de iniciar y de responder a la mayoría de las interacciones sociales apropiadas para el desarrollo. 
  2. El RAD deshinibido: muestra una sociabilidad indiscriminada o la falta de selectividad al escoger las figuras a las que se apegan (familiaridad excesiva con extraños a quienes les piden cosas y les demuestran afecto).
La agresión,  ya sea relacionada con una falta de empatía o un mal control de los impulsos,  es un problema serio con estos niños. Tienen dificultad para comprender cómo su comportamiento afecta a otros.
A menudo se sienten obligados a atacar y causar daño a otros, incluyendo animales, a niños más pequeños, a sus compañeros,etc.

Esta agresión se acompaña con frecuencia de una falta de emoción o remordimiento.
Los niños con RAD pueden demostrar una extensión amplia de problemas emocionales tales como síntomas depresivos y de ansiedad o comportamientos que buscan la seguridad. 
Para sentirse seguros estos niños pueden buscar cualquier apego (abrazarse a extraños, diciéndoles “te quiero”, por ejemplo) . Al mismo tiempo, tienen una inhabilidad de ser cariñosos en forma genuina con otros o de desarrollar conexiones emocionales profundas.
Estos niños pueden exhibir “comportamientos calmantes” por ejemplo la oscilación y golpeteo de la cabeza, o morder, rasguñarse o cortarse. Estos síntomas aumentarán durante épocas de éstres o de amenaza.

Sintomas:
  • Destructivo a sí mismo y a otros
  • Falta de sentimientos de culpa o de remordimiento
  • Negación a contestar preguntas simples
  • Negación de la responsabilidad–siempre culpar a otros
  • Contacto visual pobre
  • Problemas extremos de desafío y de querer controlar
  • Robar
  • Falta de pensamiento de causa y efecto
  • Ánimo inestable
  • Alegaciones falsas de abuso
  • Comportamientos sexuales inadecuados
  • Exigencias o apegamientos inapropiados
  • Malas relaciones con los compañeros
  • Hábitos  de comer anormales
  • Problemas de usar el baño
  • Falta de control de los impulsos
  • Mentiras crónicas sin sentido
  • Formas o problemas inusuales de hablar–habla entre dientes
  • Dominante–necesita estar en control
  • Manipulador–superficialmente encantandor y atractivo
Se diferencia del trastorno generalizado del desarrollo o retraso del desarrollo y de una posible comorbilidad tales como el retraso mental, todo lo cual puede afectar la conducta del apego.

Otras formas de psicopatología (además del RAD) que están vinculadas con la carencia de afecto son:



lunes, 10 de diciembre de 2012

Los niños institucionalizados y los problemas de adaptación por falta de apego

Una vez he aportado investigaciones sobre el apego (con animales), he explicado los tipos de apego que existen y las influencias que tiene, mi intención es desarrollar algunos de los problemas que presenta su carencia.

Hemos podido saber que tener un vínculo afectivo en la infancia es vital para que el niño aprenda los comportamientos que consideramos correctos, desarrolle la capacidad social y en general, que tenga una aptitud estable. También hemos podido saber que no tener un vínculo afectivo puede atraer consecuencias irreversibles o fatales en los niños.
Por eso, hoy quiero informar de los problemas de adaptación en las familias adoptivas que presentan los niños provenientes de una institucionalización, como consecuencia de no haber tenido una figura de apego.

Cuando un menor ha pasado mucho tiempo en un orfanato o con cuidadores y cuidadoras que no han sabido transmitirle afecto, desconoce la manera de crear un vínculo afectivo y presenta cierto "desapego" a la familia. Por ello, durante la convivencia con los padres, estos deben hacer entender a los pequeños que la adopción es definitiva y que son especiales para ellos, que les van a proteger cuando tengan cualquier necesidad. Cuanto mayor sea el hijo o hija, mayores podrán ser los problemas de adaptación y más paciencia deberán tener los padres. De nada sirve pretender que el amor surja desde el primer encuentro.


Los bebes desde que nacen necesitan cosas tan básicas como que alguien les toque, les hable... Pero a un niño que está en una institucionalización no se le puede brindar atención como se debería, ni de igual manera que en una familia. Por ejemplo;a todos los niños se les da el biberón o se les cambia el pañal de la misma manera.

Aunque es cierto que en cualquier lugar donde los menores no reciban la atención que necesitan o no perciban que sus necesidades emocionales están satisfechas, sentirán una carencia afectiva.
No es necesario que un niño o niña esté en un orfanato para sentirse así, ya que el abandono emocional en el seno de la familia es suficiente para provocarlo. El niño puede tener una indefensión aprendida si tiene una madre con depresión que no responde a sus señales, por ejemplo.
También se sabe que los niños que ya han tenido vínculos afectivos con los padres, que han experimentado el afecto, les resulta más fácil establecer un nuevo vínculo con los padres adoptivos.
Consecuencias:
Los niños y niñas que son adoptados se enfrentan a numerosos cambios que les pueden provocar trastornos de comportamiento y de las emociones. Se pueden presentar como niños hiperactivos con conductas que buscan llamar la atención, problemas de ansiedad, falta de expresividad, apatía, trastornos del sueño o incontinencia urinaria. A veces, tienen dificultades para hacer amistades o un lento progreso académico, mienten con frecuencia, pueden ser agresivos y llegan a creer que son autosuficientes, hasta el punto de oponerse a recibir cuidados de sus padres y madres adoptivos.

Os dejo un vídeo de una noticia Argentina, relacionado con los niños institucionalizados:


martes, 4 de diciembre de 2012

La influencia del apego

Según Bowlby a partir de las experiencias tempranas de cuidado, los niños construyen representaciones, esquemas o teorías intuitivas denominados Modelos internos de trabajo (MIT) que guiarán no solo a la percepción de uno mismo, sino también la elección de las futuras relaciones y la conducta hacia los demás. Así, los niños con modelos de trabajo seguro buscan y esperan apoyo, establecen relaciones con los demás y se comportan de manera confiada y abierta. Al contrario de los niños con modelo de trabajo inseguro.
Los modelos de trabajo internos actuarían como filtros inconscientes a partir de otras  experiencias sociales. Asimismo,proporcionan reglas de decisión implícitas para relacionarse con los demás, que sirven para mantener las expectativas intuitivas sobre los otros y sobre uno mismo.

La influencia del apego seguro parece ser bastante considerable en la calidad de las relaciones que el niño establece durante sus primeros años de vida, tanto con sus padres como con sus iguales, aunque bien es verdad que la influencia del apego a más largo plazo no es tan evidente, pudiendo estar modulada por otros factores como en la continuidad de los cuidados paternos, el tipo y la calidad de relaciones que se establecen con los iguales a edades más tardías o la exposición a factores sociales estresantes, entre otros.

El apego seguro o inseguro durante la infancia puede moldear muchos aspectos del desarrollo de la personalidad; como la sociabilidad, las predisposiciones emocionales, la autoestima, la confianza, la curiosidad o la independencia.
Para estudiar estos aspectos se llevo a cabo un estudio longitudinal, llegando a la conclusión de que el apego seguro durante el primer año de vida es un factor que instaura una buena relación entre padres e hijos que, en términos generales predice una buena socialización, sobre todo en las primeras etapas del desarrollo.
Por tanto, la construcción de apego sigue siendo importantísimo en las primeras adaptaciones individuales y sociales durante los dos primeros años y continúa construyéndose a lo largo del desarrollo.

martes, 27 de noviembre de 2012

Tipos de apego

Para que entendáis mi siguiente entrada, es necesario que os explique cuales son los diferentes tipos de apego.
Gracias a Mary Ainsworth y a sus descubrimientos se clasificaron los diferentes apegos según el grado de intensidad y confianza que el niño deposita sobre el adulto.
Para la observación de los diferentes apegos se utilizó la situación extraña para observar las reacciones.
Se tuvo en cuenta si el niño buscaba protección y si exploraba el medio.
La prueba de la situación extraña tiene 8 episodios de tres minutos de duración, donde la madre entra y sale de una habitación y se combina con las entradas de un extraño.

Tipos de apego según los descubrimientos de Ainsworth:

  •            Apego seguroel niño disfruta de sus juguetes cuando la madre está,y se alegra ante su vuelta recuperando la tranquilidad y volviendo al juego.
  •           Apego inseguro: dos tipos:

  1. Apego evasivo: no siente ansiedad ante la ausencia de la madre ni la saluda cuando regresa. Ante los extraños se muestra indiferente y muestra ansiedad solo si se queda solo.
  2. Apego resistente o ambivalente: ansiedad incluso cuando está la madre.Si la madre abandona la sala grita y protesta y cuando vuelve se muestra enfadado y tiende a buscar su proximidad y a rechazarla.



    1. Apego desorganizado o desorientado: comportamiento inestable y contradictorio (generalmente dado en niños maltratados), temor y falta de coherencia que responde a las reacciones imprevisibles y atemorizantes del adulto.
Un vínculo de apego seguro muestra un equilibrio óptimo entre la exploración del entorno y la búsqueda de seguridad.



miércoles, 21 de noviembre de 2012

La investigación con animales y la reprivación afectiva

Desde el enfoque etológico se considera la conducta social beneficiosa para la supervivencia.
Por ejemplo, se sabe que las crías de patos y pollos siguen a sus madres desde el nacimiento (comportamiento conocido como Troquelado social)Los hijos se cuidan de los depredadores ,al seguir al primer ser que ven, que aunque en general es la madre, no siempre es así.




Se realizaron estudios con primates y se observó que la separación de las crías de sus madres tenía consecuencias fatales (episodios de temor,conductas depresivas...)
Harlow  realizó un experimento con dos madres,una de felpa y otra de alambre con comida, una vez que comían, las crías preferían la calidez de la madre de felpa.
Ante este comportamiento se deduce: tienden a la protección y el afecto frente a la comida.





Un aislamiento prolongado tiene consecuencias irreversibles (agresión,depresión,indiferencia...).
Sin embargo si la separación no es mayor de tres meses y la maternidad se presenta como segura, estos aspectos negativos tienden a desaparecer.
Por lo tanto las experiencias tempranas son de esencial importancia para el futuro de las crías.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Indagando sobre el tema...

Cuando realicé el trabajo de Psicología del desarrollo; los vínculos de apego en niños institucionalizados, tuve claro que quería seguir indagando sobre este tema y me pareció buena idea hacer un blog que obtuviera las posibles dificultades que estos niños pueden presentar con respecto a los vínculos afectivos, a nivel de aprendizaje, de conducta, y en general para adaptarse a la sociedad.

La gran mayoría de los niños que manifiestan conductas agresivas son diagnosticados con algún Trastorno asociado al Déficit de atención y Comportamiento perturbador. Sin embargo, estos criterios se limitan sólo a describir y no explicar las posibles causas de estos trastornos, relacionados en muchos casos con el vínculo afectivo.








Los niños y las niñas que viven en un ambiente comunitario suelen ser personas en riesgo social, de desamparo, o bien por la imposibilidad de los padres de hacerse cargo del menor. Estos niños son personas con especiales condiciones de atención, porque la manera de acceder a los estímulos y conocimientos que su medio ambiente les brinda, difiere mucho de los menores que participan en escenarios cotidianos y familiares como es acompañar a la mamá al comprar, cuidar al hermano menor, mirar al papá afeitarse la barba, ir juntos al parque, entre muchas otras actividades que distan mucho de ser fragmentos de una realidad.

Estas actividades vistas como totalidades inmersas en la cultura del niño, poseen un alto valor educativo y pedagógico porque es a través de la interacción con los otros que el niño logra construir su conocimiento. La participación del niño en tareas consideradas valiosas por la cultura en cuestión constituye el espacio idóneo para transmitir valores, habilidades, saberes y costumbres; y que sin duda son experiencias básicas e indispensables para lograr el desarrollo pleno de las personas.

Los menores institucionalizados están al margen de beneficiarse de muchas de las experiencias que la educación informal ofrece y que las prácticas escolares no logran sustituir. Los niños y las niñas tienen privación cultural; además de no ser miembros activos de una sociedad plural, poseen pocas oportunidades de acceder a conocimientos plenos de sentido y significado dentro de un albergue.